El valor del cara a cara en la era digital
¿Para qué ‘perder’ tiempo en desplazamientos, tráfico, esperas y conversación intrascendente si el objetivo es realizar un plan de acción, firmar un contrato o definir el contenido para la próxima acción en medios? En el mundo hiperconectado de hoy, las reuniones virtuales, los chats corporativos y las presentaciones online se han convertido en parte de nuestra rutina diaria. Y lo cierto es que son eficientes y muy, muy prácticas pero, ¿no nos estamos perdiendo algo?
Herramientas como Zoom, Teams o Slack nos permiten colaborar con equipos distribuidos por todo el mundo y reducir tiempos y costes en desplazamientos. Esto, que es válido para cualquier empresa, sector y área corporativa, es también una realidad en las agencias de comunicación. La acelerada digitalización (y también un poco la resaca del confinamiento) nos han llevado a ello. Y, si bien es cierto que la tecnología facilita la comunicación, el éxito de una relación profesional rara vez depende únicamente de la información que se comparte. Otros factores como la confianza, la empatía y la cercanía son también fundamentales a la hora de cerrar acuerdos o consolidar alianzas.
La conexión humana requiere presencia, y los eventos, viajes de negocios, comidas con clientes o incluso cafés improvisados siguen siendo momentos clave en los que se construyen relaciones más profundas y auténticas. En una videollamada podemos intercambiar datos y tomar decisiones, pero difícilmente podemos captar los matices de la comunicación no verbal, la espontaneidad de una conversación o el ambiente que se genera en torno a una mesa. Un apretón de manos, una mirada o el simple hecho de compartir un espacio físico refuerzan los lazos de una manera que la pantalla no consigue replicar. Incluso hay estudios que confirman que las reuniones presenciales favorecen la cooperación, la creatividad y la resolución de conflictos. El motivo es sencillo: cuando las personas se encuentran, perciben señales emocionales y sociales que ayudan a construir un terreno común.
¡Que vuelvan los eventos de prensa!
Volviendo al sector de la comunicación, desde la pandemia, las ruedas, desayunos, comidas y viajes de prensa, parecen casi haber desaparecido y nos está costando recuperarlos: cada vez tenemos menos tiempo (consultores, clientes y periodistas) y nos cuesta más salir de la comodidad del teletrabajo o de la frenética oficina. Pero, lejos de ser solo un espacio para presentar novedades o entregar notas de prensa, este tipo de eventos son auténticos catalizadores de relaciones y oportunidades. Un almuerzo bien organizado puede ser más productivo que varias reuniones online. ¿Por qué? Por esa confianza y relajación que se genera en un ambiente más distendido como este y que sin duda crea relaciones más sinceras y duraderas.
Los desayunos de prensa, ferias y congresos no son un “lujo del pasado”, sino una inversión estratégica en capital humano y relacional. Son esos momentos presenciales los que permiten que la tecnología cobre sentido, porque detrás de cada pantalla, cada email y cada contrato, hay personas que necesitan encontrarse.
No se trata de elegir entre un modelo u otro. La digitalización ha traído ventajas indiscutibles: mayor agilidad, reducción de costes, posibilidad de mantener contacto con equipos internacionales de forma constante. Pero si lo que buscamos es generar confianza, inspiración y compromiso, el cara a cara es insustituible. Por eso, el reto para las empresas hoy no es abandonar lo digital, sino encontrar el equilibrio adecuado entre lo virtual y lo presencial. Apostar por encuentros estratégicos que aporten verdadero valor a la relación, complementando la comunicación online.



